Si alguien lleva prisa por hacerse notar para competir por la alcaldía de Tlaxcala ese es Luis Antonio Herrera.
Al empresario y dueño de la empresa “Fire Sports” se le queman has habas por figurar en el círculo rojo y las comunidades de la descuidada capital.
Muestra de ello, sus espectaculares en Tizatlán, la portada en una revista de baja calidad y el manejo de redes sociales en el que lo mismo impulsa el deporte que el Carnaval.
Vaya, su prisa lo ha llevado, incluso, a inventarse capacitaciones para ir a las escuelas a dar conferencias sobre cómo tener éxito mediante la fundación “A Favor de México”. ¿Autorizado por quién o cómo?
En su afán por acaparar reflector frente a otros que también aspiran a gobernar la capital, cometió el no minúsculo error de recibir el reconocimiento “A la cultura y el desempeño artístico del cine” el cual otorga nada más y nada menos que Gabriel Suárez “El Dandy” de Tlaxcala.
Pausa para reírme.
Sí, como lo lee, alguien que aspira a gobernar la capital se deja ver con un actor cuyo personaje (porque así lo decidió) refuerza la idea de que Tlaxcala es cuna de trata de personas. ¡Por Dios!
No decimos que “El Dandy” deba dedicarse a interpretar otro personaje, ni que no sea un ciudadano valioso para Tlaxcala, pero su fama y prestigio, perdón, no le alcanza para catapultar a Luis Antonio Herrera al gobierno capitalino. Ni que fuera Cuarón.
Bien sabemos que es mucho pedir nuestros candidatos estén preparados, pero la sola idea de suponer que nuevamente llegue otro sin oficio político a gobernarnos, resulta abrumador para cualquier capitalino.
Nos deja sin palabras pensar que, en la cosmovisión de éxito de Luis Antonio Herrera, un actor cuyo personaje muestra la peor cara de Tlaxcala le pueda ser útil para darse a conocer como alguien por quien valdría la pena votar.
¿A quién piensa que le habla?
Hasta mañana…
@Naye_Romero89
