No esperábamos mucho y aún así nos sorprendió la forma en que Alfonso Sánchez García, salió a decir que, aunque quisiera, no hará mucho por los capitalinos en su gobierno.
La razón, es que su antecesor, un morenista de apellido Corichi avecindado en Tizatlán dejó en las ruinas y lleno de deudas el Ayuntamiento capitalino.
Para ser hijo de un exgobernador, Alfonso Sánchez García se vio ingenuo, por no decir tonto, al declarar un mes después de asumir el cargo, el verdadero estatus de la entrega-recepción del Ayuntamiento.
Flanqueado de dos servidores públicos cuyos cargos más que útiles son de ornamento, como lo han sido en las últimas dos administraciones los síndicos y el tesorero/a.
Ahora resulta que los capitalinos viviremos de la caridad de la gobernadora pues en el municipio no solo no hay presupuesto sino que debemos la vida y una cifra de nueve dígitos. ¿Pues qué compramos?
Para el alcalde capitalino que se vendió como el gestor, resolutor y administrador público es impagable una deuda de 173 millones de pesos.
Eso sí, ya apartó su salario y el de decenas de burocratas, también, unos centavos para medio bachear y pavimentar algunas calles. ¡No pues gracias!
De los servicios, el alumbrado, el agua potable, la recolección de basura y el mantenimiento de la imagen urbana, ya ni comentemos nada, la ciudad se cae a pedazos.
Eso si, agárrese porque ya viene la Feria de Ferias Tlaxcala 2024.
Menos mal que recibió su gestión desde el día uno de transición y que se dio cuenta a tiempo de que nada, absolutamente nada nos podrá resolver.
Mientras tanto su declaración nos dice muchas cosas, a veces, se quiere llegar aunque no se sepa para qué.
¡Bravo mi presidente, anótelo en su CV!
Por cierto, en Tlaxcala se puso de moda ser austero, ya vio usted al alcalde de Amaxac que viaja en combi tras haber “donado” su auto al pueblo.
Y qué me dice de David Vega Terrazas, presidente de Yauhquemehcan, viaja en bici, ternura.
A ver cuánto les dura la estupidez, perdón, la austeridad.
Naye_Romero89