Cuánto $$$ habrá de ser el compromiso de Lorena Cuéllar Cisneros con la mafia que le aportó a su campaña como para tener que asistir sí o sí a eventos de nula relevancia para la vida pública estatal.
Es decir, nos quejábamos de Marco Mena porque no lo veían ni en su casa, pero Doña Lorena, excede los límites del foco público.
A la señora gobernadora no le bastó la paliza mediática que le dieron por aparecer en el acto inaugural de La Terraza, la misma que le ofreció en comodato a su amigo, el empresario Edgar Nava García.
No, la señora debía volver a exponer su calidad moral asistiendo con su equipo más cercano a la inauguración de “Oberlicht” el club de natación del nada mafioso Tomás Orea Albarrán.
A las cosas por su nombre, el ex alcalde de Zacatelco cuyo desfalco al erario determinado por el OFS fue superior a los 90 mdp, quien evitó los separos por sus nexos con la familia Garay, hoy se atreve a festejar junto con la Gobernadora el éxito de sus empresas. ¡Tantita madre!
El personaje a quien Lorena Cuéllar acompañó el pasado viernes tiene denuncias por violación, rentó patrullas y camiones de basura de sus empresas con cargo al erario y está detrás (en sociedad) de los convenios que el Gobierno del Estado otorga para la movilidad de maestros.
Bien reza el dicho “dime con quién andas y te diré quién eres”
Al tiempo…
Lo otro que nos preocupa es la displicencia y servilismo con la que Lorena Cuéllar se sumó en apoyo al Presidente por las terribles acusaciones de corrupción en contra de su hijo Ramón López Beltrán.
No fue la única, pero lo criticable es que apoye incondicionalmente que la figura más importante del país políticamente hablando rompa las leyes a diestra y siniestra, esté a favor de espiar, violar los derechos de periodistas y transgredir leyes en materia de protección de datos personales. ¡Qué le pasa!
Señora Gobernadora, es usted una representación de Tlaxcala ante el mundo, sea seria.
@Naye_Romero89