Los cuerpos de los hermanos Jair y Yovani, y su primo Misael, llegaron a su pueblo natal en Naolinco, donde iniciaron los funerales para despedirlos.
Los cuerpos de seis de los migrantes que murieron dentro de un tráiler en San Antonio, Texas, llegaron esta madrugada a sus poblados de origen en Veracruz, Guanajuato y Oaxaca, donde fueron recibidos por sus familiares y amigos con música, flores y los usos y costumbres de cada comunidad.
Los cuerpos de los hermanos Jair y Yovani Valencia Olivares, de 19 y 16 años; y de su primo Misael Olivares, también de 16; llegaron al pueblo de San Marcos Atexquilapan, en el municipio de Naolinco, Veracruz, donde fueron recibidos por sus familiares y amigos para iniciar sus funerales.
Los cuerpos llegaron al pueblo zapatero en dos carrozas fúnebres, luego de que los pobladores y familiares de las víctimas juntaron donativos para realizar el funeral.
Los pobladores salieron a recibir los cuerpos y acompañarlos hasta sus casas, en medio del llanto y gritos de dolor por parte de las madres y hermanos de las víctimas, que opacaban la música que tocaban bandas de San Pedro Tonayan y Zorros de Xalapa.
“No lo puedo aceptar”, susurraba Yolanda Valencia, la madre de los dos hermanos, mientras esperaba la llegada de los féretros.
La mujer, casi sin fuerzas, aseguraba sin embargo que había que “echarle ganas” a la vida, “tratar de luchar para que los sueños que ellos tenían se hagan realidad (…) ¿Cómo? No lo sé”, indicó.
Las mujeres limpiaban hojas de plátano para los tamales, otras los cocinaban y los hombres acarreaban sillas de unas casas a otras mientras los más jóvenes, amigos y primos de las víctimas, preparaban un mural con sus fotos adornado con flores.
Pagaron 200 mil pesos por perseguir el ‘sueño americano’
De acuerdo con sus familiares, los padres de los tres jóvenes pidieron dinero prestado para pagar 200 mil pesos por cada uno a los polleros, que los ayudarían a cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.
Los jóvenes tenían previsto que al llegar a Estados Unidos serían recibidos por otro familiar, con quien trabajarían construyendo casas.
“Se fueron con muchas metas que no realizaron”, añadió la madre.
Los jóvenes serán sepultados mañana por la tarde, en un panteón ubicado en el centro de Naolinco.
Asimismo, el cuerpo de Jozue Díaz Gallardo llegó a la zona mixe de Santa María Tlahuitoltepec, en Oaxaca, tras 12 horas de trayecto desde Toluca.
No obstante, en las ultimas cuatro horas de trayecto hacia la sierra, vehículos de amigos y familiares escoltaron el cortejo hasta la comunidad, en donde ya esperaba la música de banda.
Su hermano, Juan Francisco, esperó la llegada del cuerpo de su hermano tras lo que dijo: fueron 17 días de angustia.
Advirtió que por ahora no piensan hacer ningún movimiento para exigir que se castigue a los responsables de la muerte de los migrantes, pues lo único que buscaban era poder despedirlo como sus usos y costumbres indican.
“Para nada. Ahorita nomás queremos que llegue mi hermano. Ahorita ya está llegando y nos sentimos un poco más tranquilos por ese lado. Agradecemos a amigos y familiares que estuvieron pendientes de todo esto”, afirmó.
En Oaxaca esperan la repatriación de cinco migrantes en total, de los cuales dos son originarios de la zona mixe, dos de la mixteca y uno de la Cuenca.
En Guanajuato, Omar Rico Almanza fue recibido en Cortazar por su familia tras tres horas de espera en la funeraria.
Su esposa y sus dos hijas recibieron su cuerpo acompañadas de amigos y familiares que además, organizaron una kermés para ayudarlas pues Omar estaba por ser papá por tercera ocasión, por lo que buscaba una mejor vida en Estados Unidos para tener más ingresos para su familia.
El cuerpo de María Guadalupe Montero de Valle de Santiago, quien también murió en el tráiler, también llegó esta madrugada con su familia.
Los migrantes fueron hallados el 27 de junio asfixiados y deshidratados dentro de un tráiler sin ventilación a las afueras de San Antonio.
El camión transportaba un total de 73 personas, hombres y mujeres humildes que pagaron miles de dólares a traficantes para ingresar ilegalmente en Estados Unidos, donde aspiraban lograr una vida mejor.
Hasta el momento, las autoridades estadunidenses reportaron la detención de cuatro personas: el chofer, de nacionalidad estadounidense, y otros tres hombres más.
Las autoridades indicaron que dos de los sospechosos, incluido el conductor, enfrentan cargos que podrían suponerles la cadena perpetua o la pena de muerte si son declarados culpables.