José Noriel Portillo Gil fue señalado como el responsable de ordenar el ataque a la comandancia de la corporación estatal en Urique, el 6 de septiembre de 2017.
José Noriel Portillo Gil, El Chueco, presunto asesino de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar, así como del guía de turistas Pedro Eliodoro Palma, en una iglesia de Urique, Chihuahua, dirige una célula del grupo delictivo Gente Nueva, en la sierra Tarahumara.
De acuerdo con autoridades federales y locales, El Chueco mantiene el control de las actividades delictivas en dicho municipio. Su célula opera para Los Salazar, brazo armado y operativo del cártel de Sinaloa en el estado de Chihuahua.
Portillo Gil, de 30 años, encabeza actividades ilícitas en la región, como extorsiones, secuestros, homicidios, robo de cobre y tala ilegal, en Urique y otros municipios.
El Chueco también es buscado por el asesinato del joven norteamericano Patrick Braxton Andrew, efectuado en octubre de 2018, en el sitio conocido como La Playita, localizado en el municipio de Urique. En esa ocasión, el entonces gobernador Javier Corral, prometió que se haría justicia con su detención.
“Haremos justicia y daremos castigo ejemplar a este delincuente y su gavilla, a quienes paradójicamente, al actuar con esa cobardía ponen fin a su influencia y control de esa zona, bajo el cártel de Sinaloa. Nada nos va a detener hasta capturarlo; podremos tardar un poco o mucho, pero los vamos a agarrar”, garantizó.
A José Noriel Portillo Gil también se la adjudica el asesinato del activista Cruz Soto Caraveo, integrante del Colectivo de Familias Desplazadas Forzadamente de la Sierra Tarahumara, quien desapareció el 13 de octubre de 2019.
También se le vincula como las desapariciones de Javier Muñoz Pérez, Juan Antonio Martínez y Rubén Flores Cisneros, quienes habían llegado a Chihuahua provenientes de Zacatecas.
Además, fue señalado por la Fiscalía de Chihuahua como el responsable de ordenar el ataque a la comandancia de la corporación estatal en Urique, el 6 de septiembre de 2017.
Gente Nueva es un grupo de hombres entrenados y experimentados, que funciona como uno de los brazos armados del cártel de Sinaloa. Fue creado en el 2007 para contrarrestar al cártel de Juárez en el estado de Chihuahua, y combatir a La Línea.
Mantiene enfrentamientos permanentes en la entidad con estos grupos de la delincuencia organizada, por el trasiego de drogas hacia Estados Unidos.