Bueno se puso el debate entre los huehues y el Secretario de Cultura en Tlaxcala tras lo que consideramos fue una lamentable declaración.
Más menos, Antonio Martínez Velázquez, expresó que para muchos el Carnaval no es un asunto de tradición, más bien un lucrativo negocio que provocó la aparición de miles de camadas nuevas.
También dijo, la fiesta del Carnaval de Tlaxcala es mundialmente reconocida, por lo que este año se verá quién “ama la tradición” y quiénes primero cobran y luego bailan, “Con dinero baila el huehue”.
Esto último, luego de que el Gobierno del Estado, anunciara que no habrá dinero para las camadas en 2023.
Pues bueno, desde la Gran Manzana y no precisamente la que se quedó Lorena Cuéllar y su familia décadas atrás, carnavaleros en Nueva York le respondieron al Secretario.
¡Sí señor! A través de redes sociales ya le mandaron a decir que, primero, ni de Tlaxcala es, entonces que no opine.
Incluso, le giraron la invitación a conocer cómo se organiza el Carnaval de Tlaxcala en Brooklyn y participar en una comisión para que entienda y no hable de lo que no conoce. ¡Zas!
“Lo invitamos a que vea cuánto cuesta cada pluma, cada traje, lentejuelas bordadas a mano, es más, que compre un vestuario completo” fueron algunas de las palabras que le dedicaron al titular de Cultura.
La mejor parte, cuando carnavaleros de Tlaxcala en NY le recuerdan que, en efecto, el Carnaval es mundialmente conocido, pero no precisamente por el apoyo y difusión del Estado. Y pues bueno, tienen razón.
En Nueva York conciudadanos organizan sin recibir un dólar, desde hace 20 años una de las representaciones más populares del Carnaval de Tlaxcala en el mundo, algo que no ha hecho ni por amor, ni por dinero el Estado.
Es decir, si como dice MARVEL dar recursos a las camadas es tirar el dinero, visto desde el aspecto económico, ninguna cifra otorgada por el Gobierno de Tlaxcala paga o solventa lo que las camadas han hecho por la Entidad.
No es exagerado decir que, incluso, el carnaval genera derrama económica incuantificable en cada una de las ciudades donde se realiza o presenta, tampoco se habla de las familias cuya subsistencia depende de él, músicos, costureras, proveedores de materiales, coreógrafos y, por qué no, hasta danzantes que se alquilan por temporada para participar en las presentaciones.
Desde la llegada de MARVEL se volvió costumbre quitar a diestra y siniestra recursos para múltiples fines culturales, el festival de coros, de títeres, el despido de docentes que preservan la lengua náhuatl y otomí y, ahora, el carnaval.
Todos los recortes se han hecho desde la misma excusa, había mafias, eran un negocio, lo vamos a hacer nosotros mejor.
Entonces la duda es razonable, señor Secretario, ¿Usted trabaja sin que le paguen?
Al tiempo…
Hasta mañana…
@Naye_Romero89