Los integrantes de la asociación nacional de exalumnos “Emiliano Zapata”, de la Escuela Normal Rural “General Matías Ramos Santos”, de San Marcos, Loreto Zacatecas, exigieron a los gobiernos estatal y federal, intervenir directamente en el caso de la maestra Lucila Torres Bustos, amenazada por un grupo de mujeres católicas de la comunidad Las Coloradas, municipio de Ojocaliente, a quien pretenden desalojar de la Casa del Maestro para construir una nueva iglesia.
Los integrantes de la asociación de normalistas -fundada en 1958-, demandaron a las autoridades locales y federales, garantizar el “respeto a la integridad física y laboral de la maestra Lucila, el respeto a la propiedad de la escuela primaria “Vicente Guerrero” y entre otras cosas, el “cese de hostilidades de grupos religiosos a la maestra Lucila y a la escuela pública”, además de exigir “un pronunciamiento público de autoridades vicarias”, sobre este caso.
Demandamos que haya una intervención de la autoridad municipal, estatal y federal ante la injusta persecución de la maestra Lucila, larga vida a nuestra educación laica y apoyo irrestricto a la maestra normalista”.
En el desplegado se expone que, “vemos con profunda preocupación lo que acontece en la localidad de Las Coloradas, zona vigilada por el cerro del Papantón, donde viven poco más de 400 personas… un pueblo migrante de larga data en el corazón de la entidad norteña, azotada por la inseguridad y la sequía”.
En ese lugar, “opera la modesta escuela primaria rural federal Vicente Guerrero, donde ejerce con profunda entrega magisterial desde hace 19 años, la maestra Lucila, egresada hace 26 años de la Escuela Normal Rural “Justo Sierra Méndez” de Cañada Honda, Aguascalientes”.
“Maestra que no tiene expediente malo, ni quejas, ni nada para señalar algo indebido, por el contrario, es genuino ejemplo de entrega a favor de los más necesitados, vinculada a las necesidades del pueblo”.
No obstante, lamentaron los normalistas, “desde hace meses, la tranquilidad de la maestra y de la localidad fueron alterados”, debido a que, supuestamente, “una señora de profunda filiación religiosa católica soñó, a manera de revelación divina, que le indicaba debería construir un templo en el lugar donde se ubica la Casa del Maestro”.
Desde ese momento, se agruparon señoras para “gestionar”, la apropiación del terreno escolar para convertirlo en templo católico, “a pesar de que la comunidad cuenta con uno para el cuidado de las almas de esta pintoresca localidad. No obstante, el aminorado número de habitantes del pueblo, insisten en la construcción de otro”.
Ante todo esto, los normalistas de Zacatecas y del país, exigen “seguridad y respeto a la maestra Lucila”, quien a pesar del hostigamiento que padece, se ha esmerado en “defender a todo el magisterio, tender lazos de solidaridad, cooperación y fraternidad, como soportes éticos del magisterio nacional”.