Los obispos de esa religión previamente ya se habían disculpado por la “actitud hostil y homófoba” contra la comunidad.
El órgano de gobierno de la Iglesia de Inglaterra votó a favor de que los sacerdotes bendigan a las parejas homosexuales, pero mantuvo la prohibición de celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo.
El sínodo general de la Iglesia de Inglaterra, compuesto por centenares de miembros electos y que se reúne dos o tres veces al año, respaldó la propuesta por un amplio margen, después de ocho horas de debate a lo largo de dos días.
Un total de 250 obispos, clérigos y laicos apoyaron las reformas, mientras que 181 se opusieron y 10 se abstuvieron, en una votación celebrada en el centro de Londres.
Las propuestas, anunciadas el mes pasado tras casi seis años de debate interno, no modificarán las normas que prohíben a los curas anglicanos oficiar bodas de parejas del mismo sexo.
Los miembros del sínodo apoyaron una enmienda que respalda esa prohibición, pero votaron a favor de una propuesta que permite la bendición de matrimonios o uniones civiles.
También reconocieron “el fracaso de la Iglesia a la hora de acoger” a las personas LGTBQ (lesbianas, gays, trans, bisexuales y ‘queer’).
El mes pasado, los obispos ya se habían disculpado por la “actitud hostil y homófoba” a la que los miembros de ese colectivo pueden haberse enfrentado en algunas parroquias.
Sin embargo, la iniciativa generó divisiones entre el sector de la iglesia anglicana más progresista, que considera que no se está yendo lo suficientemente lejos, y los críticos con la enmienda, que argumentan que los cambios no hacen sino crear más desavenencias.