El pasado 2 de junio, la supuesta aparición de lágrimas de sangre en el rostro de una figura de la Virgen de Guadalupe, sorprendió a la familia que la tiene en su altar, en una vivienda de la ciudad de Morelia.
Apenas lo publicaron los integrantes de esa familia de la colonia Obrera como “un milagro”, y su vivienda marcada con el número 45 de la calle Joaquín Amaro, se abarrotó de cientos fieles católicos.
El señor Miguel, quien es comerciante y propietario de la vivienda que alberga a la virgen, sigue sin poder explicarse cómo ocurrió este suceso, pero agradece a la patrona de México que haya elegido su hogar para manifestar su presencia.
“Nunca nos esperamos este regalo, por decirlo así. El domingo a las 7:00 de la mañana yo me levanté a votar y fui a la casilla pero me dijeron que era muy temprano, que abrían a las 8, entonces me regresé y abrí la tienda”.
“Estaba almorzando cuando mi hija me gritó ‘papá la virgen está llorando, y le dije desde la tienda ‘cómo que está llorando’, pues ven para que la veas y cuando entré fue grande la sorpresa porque eran lágrimas de sangre”, contó.
La Arquidiócesis de Morelia, a través del presbítero, Ángel David Arias, director de Comunicación, fijó una postura al respecto.
“En respuesta a la reciente atención mediática sobre el presunto fenómeno relacionado con la imagen de la Virgen de Guadalupe en la colonia Obrera, de la ciudad de Morelia, misma que se presume derramó lágrimas de sangre, la Arquidiócesis de Morelia desea expresar algunas consideraciones al respecto:
En primer lugar, es preciso destacar la necesidad de cautela al abordar un tema tan delicado como el de un presunto milagro. La Iglesia Católica siempre se ha caracterizado por su prudencia en tales asuntos, evitando descalificaciones o afirmaciones gratuitas, sin el necesario fundamento.
La Arquidiócesis de Morelia está tomando las medidas necesarias para investigar la situación de manera profunda y exhaustiva, por lo cual, es demasiado pronto para emitir un posicionamiento definitivo al respecto.
En cuanto a la presencia del párroco en el domicilio donde se resguarda la imagen, aclaramos que su visita tuvo el único propósito de atender espiritualmente a la familia que le mandó llamar.
Ello, de ningún modo confirma nada al respecto, por lo que él mismo pidió tratar el tema con una adecuada discreción, al tiempo que les invitó a aprovechar este momento para motivar su propia conversión y la oración en familia.
Será la Jerarquía eclesiástica quien configure el equipo que llevará a cabo el estudio detallado del caso. En cuanto haya algún informe o conclusión relevante, se hará de conocimiento público”.