Qué difícil debe ser la reflexión y llamado a la “unidad” de los aspirantes de Morena a la alcaldía del municipio de Apizaco.
Ayer, comenzó el espectáculo del partido que comanda en lo local Carlos Augusto Pérez, para “firmar” un pacto de civilidad y unidad política en cada uno de los 60 municipios del estado.
La salida, aunque no grata para los aspirantes, debe darse en un momento donde el caballo ha comenzado a cansarse.
Porque, para empezar, el partido en el poder no ha sabido respetar sus propias convocatorias.
Para hoy 11 de enero de 2024 debía ya de estar claro quiénes serían los candidatos de Morena al Senado de la República, incluso, estar definidos los perfiles a los tres distritos federales.
Pero no. En aras de “negociar” mejor, hacer más popular a la marca morena y desgastar a sus aspirantes han decidido postergar todo.
Para qué dejar a uno solo haciendo campaña a favor de Claudia Sheinbaum en Tlaxcala, mejor todos y así asegurar la delirante cifra de votos que, según estadistas, deberá sacar la entidad para la candidata presidencial.
Imagínese que dicen, deberá ser más votada que el propio presidente.
El caso es que ayer, en Apizaco, la joya de la corona panista sentaron a todos los tiradores de morena en la ciudad.
Para decirles una cosa entre líneas.
Quien se mueva no saldrá en la foto. ¡A trabajar!
Ahí tiene usted a empresarios como Javier Rivera haciendo antesala al poder, ex panistas infiltrados en el proceso Maura Hernández, Alberto Palestina, Marina Aguilar, morenistas “fundadores” como Miguel Piedras, Rosario Cuatecón, Dagoberto Torres, Ricardo Morales entre otros.
La moneda está en el aire, según entendimos en el espantoso escenario estilo cabaret.
Ya veremos si el discurso a la unidad funciona, si todos aguantan bailar al ritmo del partido, si no les gana la ambición y, sobre todo, si cuando les digan quién es el ungido/a todos siguen en el barco.
Bonitos y gorditos. ¡A caminar!
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