Heridas en el cuello, pulmón, cachetes, brazos, espalda, abdomen, así como 28 puñaladas, 10 días en el hospital y la reconstrucción de algunos órganos fue el saldo de la agresión que sufrió una mujer, de la cual fue responsable su expareja sentimental y que gracias a unos chiflidos y ladridos de perro hoy puede contar.
Fue el 27 de octubre de 2018, cuando la mujer se dirigió a ver a su hija, misma que estaba en resguardo de su expareja sentimental, pero al llegar al domicilio, el sujeto de nombre José ya la esperaba afuera y le pidió hablar lejos de ahí bajo el argumento de que sus “vecinos eran muy chismosos”.
La llevó a una casa abandonada y que estaba en obra negra, ahí le pidió que le diera un beso y que tuvieran relaciones, al negarse, el sujeto la comenzó a ofender, le dijo que “estaba bien pendeja si ella quería a su hija, que él se la iba a quedar y no se la iba a regresar, porque lo había contrademandado”.
Ella, le advirtió al sujeto que ya no accedería y que iba a pelear por su hija por la vía legal, y en respuesta recibió una serie de puñaladas, ocasionadas por un cuchillo, las cuales se detuvieron hasta que se escuchó un chiflido y perros ladrar.
Las heridas le produjeron trauma abdominal, lesión intestinal grado dos, lesión crónica grado uno en emiperitoneo, neumotórax izquierdo, las cuales pusieron en peligro la vida de la víctima.
Las puñaladas atravesaron su pulmón izquierdo, el intestino y los golpes que recibió ocasionaron la pérdida de pestañas en su ojo izquierdo, y le tuvieron que hacer reconstrucción de órganos.
Por dichos actos, el agente del Ministerio Público solicitó una pena de 33 años de prisión, así como el pago de daños por la cantidad de 268 mil pesos; sin embargo, el Tribunal de Enjuiciamiento del Primer Circuito Judicial en el Estado de Hidalgo, integrado por Celsa Aguilar Flores, en su carácter de jueza presidenta; Noé Hernández Rivera, como Juez Tercero Integrante y Jesús Anim Ope Islas, juez Relator, emitieron una sentencia de 20 años y 10 meses por el delito de tentativa de feminicidio, multa de 16 mil 561 pesos, pero el pago de reparación de daños se ordenó de forma genérica, y será el juez de Ejecución el que lo haga efectivo.
Aunque han pasado casi tres años después de la agresión, la mujer aún presenta miedo, incluso debe estar acompañada con alguno de sus familiares, “su vida no es la misma de antes, anteriormente podía trabajar y ahora se le hinchan los pies, le duelen los pulmones”.
En un intento de defensa, al abogado del sujeto de 19 años argumentó que “fue una pelea como las que vivieron a lo largo de toda su época como pareja”; sin embargo, incluso la madre del agresor fue quien lo entregó a la policía municipal al señalar que “había cometido una tontería”.